
Y así los dos le daban vida a una mentira a espaldas de la verdad, Y así los dos jugaban a las escondidas dejando a su soledad al menos esa noche. Él quiso volver a soñarla, ella le dijo que no. En silencio se soltaron las manos, enseguida ella se arrepintió: salió corriendo hacia la avenida pero él había doblado en la esquina. Ahora ya vencidos cuando escuchan Divididos él recuerda la noche que ella no puede olvidar.